martes, 18 de octubre de 2011

De orquídeas y otros amores...



Desde muy pequeña me gustaban las flores y aunque siempre las disfruté más en jardines que en jarrones, a un buen ramo de flores le sumerjo la nariz entre sus pétalos y cierro los ojos para llenarme de su olor.
Amores pasajeros tocaron mi puerta con flores de distintos colores, flores que hablaban por sí mismas, algunas decían te quiero, otras pedían perdón, entonces comprendí la importancia de las flores en el amor. Las palabras que se tropiezan en la garganta, bien las pronuncian unas flores con su olor.
Parte de mi fantasía fue inspirada en las orquídeas, en su variedad de formas, colores, olores, en su forma de comunicar tan peculiar; algunas te miran, otras te sonríen, otras simplemente te hipnotizan. Una flor tan especial que es imposible no desearla, mirarla fijamente y quererla tomar en tus manos para siempre. Flores que enredan sus fuertes raíces a un árbol con quien vive un idilio eterno, bajo su sombra, bajo los rayos del sol que se cuelan entre el follaje de su enamorado.
Y es de otros amores que me han llevado al paraíso en donde sólo ellas habitan, para pasar un día onírico entre la magia de su belleza.   
Un amor que detiene el tiempo con sus palabras, que decora nuestra vida con orquídeas para inventar un paraíso personal en donde solamente él y yo vivimos bajo la sombra de un amor que se nutre con la humedad de nuestros besos, que florece y me hipnotiza cada amanecer.
Los mejores tres meses de mi vida...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito texto... Quién será ese amor? A ver, a ver!! MMmmm.... Yo diría que tiene cara de pollo. Será?? An

pepe beto velázquez parra dijo...

Annie, eres genial; me gusta mucho tu forma de interpretar el mundo. Lo que compartes hoy con tus lectores es, sencillamente, SENSACIONAL. A mí también me gustan mucho las orquídeas; desde la secundaria. Saludos. Bueno, me voy...