viernes, 3 de agosto de 2012

La perfección no es parte de mi existencia :)


Hoy me llevo una gran enseñanza. Un lector me mandó un mensaje huraño diciendo que había cometido un error de ortografía. Sí, debería ser perfecta en mi campo debido a que me dedico a escribir, pero bendita sea la vida, la perfección no es parte de mi existencia. Soy un ser lleno de fallas que aprovecha sus errores para mejorar. Resulta que mi estado zen, ese día, era el mejor de todos y le respondí exaltando la posibilidad que como ser humano cualquiera podría equivocarme. Su respuesta llegó días después pero muy oportuna para corroborarme lo que hoy sé por carne propia: a la buena onda se responde con buena onda. Gracias querido lector por entrar en sintonía.
Aprendí que no importa equivocarse porque eso es lo que te hace crecer. Y que no hay nada más bello que poder contestar con humildad a los ataques de personas que en ese momento se encuentran con rabia en su corazón.
La vida no se trata de acribillar, se trata de sumar buenos momentos que nos hagan crecer. Hoy crezco, dándome cuenta que la gente que amo está pegada a mí y que no debo temer porque su amor se esfume. Que si con amor hablo seré entendida y que soy tan humana como un mal entendido.
Hoy, tambien aprendí que nos podemos dar por aludidos cuando no somos ni siquiera pensados; que uno mismo es quien se daña, y que nadie puede molestarte si no te dejas molestar. Hoy aprendí que no hay casualidades, que las estrellas me han deparado seres amados que no se irán por caprichos ajenos. Que ofender no es el camino y que me siento mejor cuando tomo las ofensas como dolores impropios que no han sabido encontrar el camino de su desfogue.
Hoy soy más feliz porque me doy cuenta que lo soy, que soy tan feliz que sé observar el dolor ajeno y puedo pedir una disculpa sin tener por qué disculparme, que mi corazón prefiere estar en paz que dañar aunque no haya sido mi más mínima intención.
Hoy perdono, porque perdonar es más bello que errar, porque es tan humano como estornudar...
Solo es cuestión de vivir en el amor.

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