martes, 10 de julio de 2012

Se buscan líderes




Esta columna nace por un lector que me escribió preguntando mi opinión sobre la actitud de la gente con respecto a las agresiones que dirigen a la esposa del virtual presidente electo de México, Angélica Rivera, a quien aún no me atrevo a llamar primer dama (estoy a la espera de un milagro). El lector decía que seguramente nadie hablaba de ello por miedo a que lo acusaran de ser un vendido. Aviso que no tengo ese miedo: opinar libremente no es estar vendido a nadie.

Mi muro de FB es una mezcolanza. Los que insultan a EPN, los que le piden a AMLO que lo supere, los que le dicen PXXX a Angélica Rivera, etc. Puedo comprender que México esté muy enojado pues sus habitantes sentimos que nos están viendo la cara. Me sumo. Puedo entender que ya chole con AMLO y que probablemente no pase de “presidente legítimo”. Lo que no logro comprender es por qué insultan con tanta saña a Angélica Rivera.

Aunque veo a nuestro México frustrado, sin saber qué hacer para salvarse de las garras del tiranosaurio rex que se salió con la suya, estoy segura de que los insultos y agresiones no nos llevarán a encontrar la solución. No creo que inventando nuevas formas de insultar a una mujer que resulta estar casada con EPN y sencillamente apoya y está al lado de su marido (eso se espera de una esposa), vayamos a mejorar lo que está podrido.

Pienso que se deben buscar líderes, no nuevas caras a quien agredir. Veo a mi México corriendo hacia todos lados y adoptando formas de inseguridad que solamente muestran a los que están organizados que nos pueden dominar a su antojo. Yo pido al universo por un líder, porque una mañana aparezca un Martin Luther King Jr. azteca y nos lleve de la mano hacia el camino correcto para mejorar nuestro país.

Las mejores revoluciones, y miren que hemos tenido, no se han dado insultando a Carlota ni a la Malinche, se dieron con cabezas que no solamente escucharon a su actividad visceral sino que también utilizaron el cerebro, órgano necesario en estos casos para ganarle la carrera a la prehistoria. Comprendo la frustración y la rabia de vernos en manos de una televisora que ha hecho con la idiosincrasia mexicana lo que ha querido. Y ¿saben qué es lo peor de todo?, que las masas siguen alimentando a ese conglomerado cuando pretenden que el teacher les diga qué está pasando en el país.

El cambio viene con acciones no con insultos. No sirve de nada cuestionar el pasado de una mujer que claramente es el menor de nuestros problemas. Si en los noventa habló sobre la importancia de tener la nalga parada ¡no importa!

Lo que importa es asistir a las marchas pacíficamente, buscar líderes que sirvan para unificar nuestra voz; encontrar las formas para que el mundo se siga enterando de que los mexicanos estamos en desacuerdo y no solamente jugar con el photoshop para confundir a todo el mundo.

Las redes sociales pueden ser un aliado pero también, un detractor de nuestra lucha. Utilicémoslas como lo que son: maravillosa herramienta de convocatoria y difusión de hechos censurados por los que sí están vendidos.

Lo único que no está a un click de distancia es el cambio, señores, no por “compartir” o darle “like” a algo ya hicimos nuestra parte. No por retwittear ya cumplimos como mexicanos, ni por dar fwd nos podemos sentir próceres.

Actuemos, hagamos y luchemos con amor. Esa es la forma que nos llevará a ganar esta batalla por nuestro país.

1 comentario:

Melina Martinez dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo! Los insultos no llegan a nada es mejor dar un ejemplo con uestras acciones y q no solo se quede en palabras.