INGREDIENTES
Paz interna
Amor para dar y repartir
Compasión con todos los seres vivos
Respeto a nuestra madre naturaleza
Un ratito de unión espiritual en oraciones o meditación
Recibir la luz del cosmos no como Apocalipsis sino como renacimiento
Deseos de buena energía hacia nuestros amigos y enemigos
Pensar en el bienestar del vecino antes que en el propio
Una pizca de canto
Unos cuantos pasos de baile
Disfrutar cada segundo de la gente que amas
Sonreír hacia adentro y hacia afuera
*Leer las letras chiquitas...
*Leer las letras chiquitas...
PREPARACIÓN
Unta de paz interna todo el bol de tu corazón. Vierte tanto amor cuanto te quepa hacia todos los seres vivos, no importa si son humanos, si son animales o si es el árbol de la esquina de tu casa. Revuelve todo suavemente con el respeto hacia a la vida, hacia la madre naturaleza y todos los que vivimos en este planeta de prestado. Deja reposar un ratito en oración y meditación. Incorporate con la luz del cosmos que se proyecta en tu interior, no permitas que esa espuma de positivismo se baje por los pensamientos apocalípticos. Llena los moldes con buenos deseos para todos sin importar si te caen bien o mal. Haz un pastelito de amor para cada uno de tus vecinos, si aparece uno nuevo y tienes que regalar el tuyo, hazlo, seguro que con esta receta podrás preparar más para ti mismo.
Mientras haces esta mágica mezcla, canta, baila y comparte el momento con quienes amas. Nunca te olvides de sonreír, sonríele a tu alma y a los que pasen por tu camino. Prepara esta receta todos los días, todo el día hasta que el cosmos te reclame, entonces podrás gozar de tu propias reservas de pastelitos de felicidad para toda la eternidad.
*Nota importante: mantener el EGO lo más alejado de la cocina, sino la mezcla se agria, no crece y toca volver a empezar de ceros.
¡Feliz inicio del mundo en paz!
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