miércoles, 21 de julio de 2010

Otra estrella regresa al cielo...

Un dolor se alberga en mi corazón, una pesadumbre que no esperaba, no ahora... menos con ella. La pérdida siempre nos hace reflexionar, los hubiera's llegan a todos los argumentos, nos preguntamos por qué no dijimos más veces "te quiero" por qué no nos dejamos llevar más por el amor. Recordé la poesía "En vida hermano, en vida" de María Rabatte y pensé en todas las cosas que quise hacer y no hice... porque algo dejé que pasara. Desee no haber sido necia y poder verla un día más, abrazarla, cuidarla, besarla y que sintiera que alguien estaba allí.
Ahora todo da vueltas porque un día que comenzó completamente normal se tornó en uno de los más tristes de mi vida, y creo que así es como se pierden los momentos en el tiempo. La vida nos mueve continuamente y cuando nos instalamos en un futuro constante nos perdemos lo que al fin y al cabo será la huella del pasado en el futuro... hoy se que la historia que nos tocó vivir juntas la recordaré por siempre, porque su blanca alma me jalaba a la tierra cuando estaba con ella. Recordé cada momento, vívidamente, con colores, con sabores, con cada uno de los olores de su pelo del color del chocolate más hermoso, vino a mi mente cada travesura seguida por esos ojos desarmadores de cualquier enojo.
Me pregunto por qué la vida nos tiene que poner un dolor en el alma para darnos cuenta de tantas cosas, de que el más puro amor deja destellos de lucidez para afrontar el futuro, para recapacitar en nuestras actitudes, para recordar que cuando la vida se lleva a un ser amado no nos da tiempo para reponer momentos que pertenecen a un pasado. Hoy pensé en tantas cosas mientras intentaba desarrugar este corazón apelmazado en amargura, en el duelo pesado de la ausencia de un ser de quien no me pude despedir como hubiera querido.
Se marchó dejando un mar de recuerdos, de momentos adorables, de alegrías inolvidables... se fue uno de mis grandes amores, pero se que vendrá por las noches para acostarse sobre mis pies...
Chamán y yo te vamos a extrañar, princesa.

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